No sólo de los errores se aprende, sino que también de las caídas, y la decepción es una de las tantas formas de caer. Una vez que nos levantamos, tenemos a nuestra vista una enseñanza valiosa que nos va a ayudar a afrontar millones de situaciones futuras. En el momento en que caemos, el golpe contra el suelo duele, y a veces deja marcas y lastimaduras, pero a medida que tomamos fuerzas para levantarnos, las heridas van sanando, y una vez que estemos arriba vamos a encontrarnos perfectamente y más fuertes que antes. Acuérdense chicos, de todos los golpes, errores, caídas, decepciones, y cosas malas que nos pasan, se aprende una buena lección!
La decepcion!
